4.4 Abordaje, varada y vías de agua Copy

Abordaje, también llamado colisión, es el choque de un barco con otro o contra cualquier objeto flotante. Es uno de los peores accidentes en la mar y sus consecuencias pueden ser muy graves, sobre todo si sucede con mal tiempo. El abordaje puede originarse por la falta de visibilidad ocasionada por la niebla o durante la noche por llevar alguna luz fundida o apagada, por averías en motores o por malas decisiones al tomar una maniobra. Es por esto que es muy importante el conocimiento y aplicación del RIPA, el cual veremos mas adelante.

En el caso de sufrir un abordaje en la mar debemos de seguir dos normas de actuación que resumiremos así:

• Auxiliar al otro buque y a aquellas personas que lo necesiten de cualquiera de los barcos; intercambiarse los siguientes datos: nombres, matrículas y puertos de salida y destino y anotar las circunstancia, condiciones meteorológicas y cómo se produjo el abordaje.
• Evaluar los daños y riesgos de naufragio antes de separar los barcos y realizar las acciones necesarias para controlar las averías que se hubieran producido, incendios o inundaciones. Luego, podemos proceder a separar los barcos.

La primera medida a tomar al producirse un abordaje es ordenar el cierre de las puertas estancas (si tuviera) y explorar la gravedad de la vía de agua. Una vez conocida la gravedad de esta se procederá a poner en funcionamiento las bombas de achique en los compartimentos afectados, vigilando el nivel del agua y apuntalando si fuera necesario los mamparo adyacentes. Después se intentará taponar estas vías de agua como veremos en el siguiente punto. Cuando se domine la avería el barco deberá de dirigirse al puerto más cercano, si no fuera posible se buscaría la costa más próxima donde poder varar el barco y evitar que se hunda. La navegación con vía de agua a bordo hay que realizarla a poca velocidad pues la resistencia del agua a la marcha actúa directamente sobre los mamparos del barco.

A posteriori se deberá de redactar un informe completo sin omitir ningún acaecimiento y deberá de ser firmado por todos los testigo y los patrones. También tendremos que avisar con la mayor brevedad posible a nuestra compañía aseguradora.

En caso de siniestro grave, se debe comunicar inmediatamente por radio, dando datos concretos del siniestro. A la llegada a puerto informará a la Autoridad Marítima del mismo, sea naufragio, abordaje, colisión, auxilio o remolques tanto de los auxilios recibidos como prestados a otros buques en peligro. Luego solicitaremos la peritación de los daños por los comisarios de averías del “Comisariado Español Marítimo”, los cuales designarán peritos, en nombre de la compañía de seguros. Las facturas que se produzcan han de ser revisadas por dichos peritos.

Si como consecuencia de las averías el barco se encontrase incapacitado en la mar y necesitase remolque, no se debe concertar ningún acuerdo sin instrucciones concretas de la compañía aseguradora.

La varada consiste en tocar con la quilla de una embarcación el fondo del mar y quedar más o menos sobre él por falta de agua. Generalmente se dice que se vara un barco cuando lo hace sobre fondo de arena y embarranca o encalla cuando lo hace sobre rocas. Las causas por las que un barco puede varar desagraciadamente son varias, como por ejemplo que garree cuando esté fondeado, que no halla identificado bien en la carta los bajos fondos, que sea arrastrado por la mar hacia zonas de bajo fondo, etc.

Es importante saber que cuando un barco vara lo que no hay que hacer de inmediato es dar marcha atrás. Esto es debido a que si por ejemplo este barco ha caído sobre una zona de piedras al dar atrás la vía de agua crecerá con el peligro de hundirlo, si ocurre esto en un fondo fangoso o de arena, al dar atrás con una sola hélice existe el peligro de que el barco se traslade lateralmente y quede toda su eslora sobre el fondo. Es por ello que a menos que la varada se produzca a muy poca velocidad y se sepa que su salida es relativamente fácil, como norma general no se dará atrás en el primer momento hasta conocer las posibles averías que se han podido ocasionar y de haber estudiado con detenimiento la mejor manera de salir de esa situación.

Se revisará que no se halla producido una vía de agua y se sondeará alrededor del barco para saber la situación de este. Si fuera necesario se activará el sistema de achique y se taparán las posibles entradas de agua. Es conveniente también fondear un anclote por popa a cierta distancia para facilitar la salida de la varada.

Hay que saber que el fondo de fango es peligroso porque la quilla se clava y es muy difícil poner la proa a la mar abierta. Los fondos de arena por lo general son menos peligrosos y más fáciles de solucionar. Los fondos de roca son los más peligrosos ya que pueden originar graves daños en la embarcación.

Las posibilidades de salir de la varada, además de con la marea, será salir a motor, salir remolcado o fondear por largo con toda la cadena un par de anclas.

En los veleros podemos ayudar a sacarlo escorándolo para lo cual podemos dar todo el aparejo o bien escorarlo halando de una driza firme a la perilla del palo o con ayuda de otro barco. En todo caso, virar el barco poniéndolo en dirección a la salida será una de las tareas más laboriosas.

El mejor momento para reflotar una embarcación varada será, en la pleamar de las mareas vivas, con la inundación controlada y con la seguridad de que el fondo del mar no va a producir desgarros en el casco.

Una inundación afecta seriamente a la flotabilidad y la estabilidad, es por eso que debemos de mantener el barco siempre estanco. Cuando en la sentina vemos más agua de lo habitual es importante saber de donde procede. Lo primero que haremos será probar si es agua dulce o salada, si el agua resulta dulce no debemos de preocuparnos en exceso porque puede provenir de haber dejado un grifo abierto o del agua del circuito cerrado de refrigeración, en cambio, si el agua es salada deberemos de llevar un control y un seguimiento de esta para averiguar su procedencia.

Una inundación puede producirse por un agujero en el casco al golpear un objeto flotante o con otro barco pero también es importante conocer los orificios del casco por los que puede entrar el agua:

• Toma de agua de refrigeración del motor.
• Aspiración y descarga de los retretes marinos.
• Paso del eje de cola de la hélice, por la bocina.
• Paso del eje del timón, por la limera.
• Sonda y corredera, etc.
• Desagües e imbornales.
• Grifos de fondo
• Manguitos y abrazaderas.
• Tubo de escape del motor.

En el caso de tener una colisión con algún otro barco o con algún objeto flotante que halla provocado una vía de agua en el casco deberemos de proceder a su achique y activar todos los sistemas, tanto manuales como automáticos, de los que dispongamos a bordo. A su vez buscaremos la mejor manera de taponar la vía de agua, ya sea con espiches o parches. Si utilizamos espiches debemos de saber que siempre hacen más efecto si lo colocamos de fuera del casco hacia adentro ya que la propia presión del agua lo mantendrá taponando. Si el barco escora peligrosamente hacia una banda vaciaremos tanques de agua o combustible situados en esa banda con el fin de disminuir la escora. Así mismo, se puede reducir la entrada de agua, cuando el agujero está por encima de la línea de flotación, escorando el barco para dejar la vía de agua por arriba de la flotación y a sotavento si ello fuera posible. Además estas son las diferentes técnicas que podemos realizar para taponar una vía de agua:

• Pallete de colisión. Un paño cuadrado de lona que se adosa al casco tapando la vía de agua, por medio de unos cabos firmes a sus esquinas y pasándolo uno por la quilla del barco a la otra banda.
• Medidas de fortuna: espiches, mantas, cuñas, colchonetas, trapos, maderos, etc. Todo lo que podamos utilizar para taponar la entrada de agua. Como hemos comentado anteriormente, si se utilizan espiches o cuñas es importante saber que aumenta su efectividad si los ponemos desde fuera.
• Encajonada. Con cemento alrededor de la vía de agua, previo encofrado. Se le puede añadir sosa cáustica para acelerar el fraguado, claro que no es corriente que una embarcación de recreo lleve cemento.